UNA PELEA PERDIDA
Aún siendo ese tipo de chica que puede volver locos
a los hombres con tan solo mover un dedo, Isabelle ya estaba cansada de no
encontrar alguien que le diera la talla, alguien capaz de aguantar su actitud , su látigo, y sus zapatos de tacón.
Como las cosas con Simon habían acabado mal, Izzy, que había entregado todo por alguien que ya nunca la recordaría, se propuso que nunca amaría de nuevo, este tipo de promesa que te ves a obligado a hacer porque la vida te ha tratado tan mal que no vas a volver a caer en su juego; sin embargo a pesar de las caídas, no era suficiente para que ella dejará de esperar a alguien que por lo menos se deleitara viéndola partir a un demonio en dos, no quería darse por vencida, Isabelle Lightwood nunca renuncia.
Como las cosas con Simon habían acabado mal, Izzy, que había entregado todo por alguien que ya nunca la recordaría, se propuso que nunca amaría de nuevo, este tipo de promesa que te ves a obligado a hacer porque la vida te ha tratado tan mal que no vas a volver a caer en su juego; sin embargo a pesar de las caídas, no era suficiente para que ella dejará de esperar a alguien que por lo menos se deleitara viéndola partir a un demonio en dos, no quería darse por vencida, Isabelle Lightwood nunca renuncia.
Una aburrida y monótona tarde de viernes, Isabelle
estaba ya desesperada de perseguir a Iglesia por todo el instituto solo para
sentirse acompañada, sus hermanos estaban tan jodidamente enamorados que ya
casi ni compartían tiempo juntos y ella no soportaba estar encerrada sin nada
que hacer, tanta era su irritación, que tomó la decisión más mundana que se le
pudo ocurrir, se puso su traje de batalla, que más que parecer un traje de
batalla le acentuaba cada perfecta cuerva de su cuerpo, y salió en busca de
aquel lugar de peleas del que había odio en Taki’s, supuestamente eran un grupo
de peleadores que hacían una parada en Nueva York, “mostrando” a sus mejores
hombres, pero lo que más llamó su atención
fue un nombre en particular, TRAVIS MADDOX, a quién según los rumores
nada humanamente posible podía derrotarlo y no había peleado con una chica,
gracias al Ángel Raziel, Izzy no era completamente humana, era una chica y no
tenía absolutamente nada más qué hacer, la historia del tal Maddog, iba a
cambiar.
Salió cargada de energía del Instituto, llena de
disposición para patear algunos traseros, por lo menos iba a hacer lo que más
le gustaba en el mundo, luchar y acabar con las ilusiones de unos cuantos
mundanos presumidos.
No tardo mucho en llegar al lugar, era un sótano bien grande, decorado y arreglado para que diera la impresión de un lugar peligroso, dio un vistazo a las personas que se encontraban allí y fue directamente a una de las mesas donde vio el megáfono principal y a unos cuantos hombres, todos se quedaron con la boca abierta cuando paso, seguramente porque no era común que una mujer tan hermosa como Isabelle apareciera en ese lugar, ya que solo había mujeres burdas y vulgares, ninguna como ella.
Al llegar a la mesa, Izzy alzó la voz y mirando fijamente a los hombres les dijo, — Quiero pelear.
Todos la miraron como si le hubiera crecido un tercer ojo, pero solo uno se puso de pie y respondió.
— Hola, soy Adam, organizo todo aquí, ¿segura quieres esto?, será fácil la primera vez. — contestó, y una suave ola de risas vino de sus colegas en la mesa.
Definitivamente el chico eligió mal sus palabras, Isabelle con un rápido movimiento agarró a Adam de la camisa, lo pegó a la pared más cercana, pasó el tacón derecho por toda su pierna.
— No quiero algo fácil, quiero a Travis Maddox. —respondió Izzy sin dudar.
Con las mejillas rojas, y llenas de vergüenza, Adam se aflojó del agarre de Isabelle y llamó a Travis de un solo grito, al instante salió por una pequeña puerta, el hombre humano más atractivo que Isabelle iba a ver en toda su vida, un poco más alto que ella, músculos perfectamente elaborados, esos tatuajes mundanos que eran absurdos pero en su brazo se veían como trazados por un ángel, cabello corto, y todo, TODO lo que ella soñaba, casi y se le va la respiración, fue la voz de Adam la que la regresó a la realidad.
— Esta chica quiere pelear contigo, Trav, es tu problema ahora.
Travis abrió un poco los ojos, pero no se veía muy sorprendido por la noticia, sino por la mujer que tenía en frente, estaba examinándola de arriba abajo, no podía creer que alguien con semejante hermosura quisiera enfrentarse a él, casi que parecía pecado imaginarse a la chica levantando un solo puño para golpear, lo que no sabía era que estaba frente a la mejor guerrera de su edad.
Para no ceder ante su belleza, y no tener problemas ya que se veía que era el tipo de mujer que no quería que la rechazaran, solo estiro la mano, tomando la de Isabelle en gesto de decencia y dijo,
— Será la única pelea del día, empezamos en cinco minutos. —se giró y dio la espalda para regresar por donde había entrado.
— Muy bien chica, espero le patees el culo a Maddog, es todo tuyo — dijo Adam señalándole un pequeño cuadrilátero. —nos vemos en cinco minutos.
No tardo mucho en llegar al lugar, era un sótano bien grande, decorado y arreglado para que diera la impresión de un lugar peligroso, dio un vistazo a las personas que se encontraban allí y fue directamente a una de las mesas donde vio el megáfono principal y a unos cuantos hombres, todos se quedaron con la boca abierta cuando paso, seguramente porque no era común que una mujer tan hermosa como Isabelle apareciera en ese lugar, ya que solo había mujeres burdas y vulgares, ninguna como ella.
Al llegar a la mesa, Izzy alzó la voz y mirando fijamente a los hombres les dijo, — Quiero pelear.
Todos la miraron como si le hubiera crecido un tercer ojo, pero solo uno se puso de pie y respondió.
— Hola, soy Adam, organizo todo aquí, ¿segura quieres esto?, será fácil la primera vez. — contestó, y una suave ola de risas vino de sus colegas en la mesa.
Definitivamente el chico eligió mal sus palabras, Isabelle con un rápido movimiento agarró a Adam de la camisa, lo pegó a la pared más cercana, pasó el tacón derecho por toda su pierna.
— No quiero algo fácil, quiero a Travis Maddox. —respondió Izzy sin dudar.
Con las mejillas rojas, y llenas de vergüenza, Adam se aflojó del agarre de Isabelle y llamó a Travis de un solo grito, al instante salió por una pequeña puerta, el hombre humano más atractivo que Isabelle iba a ver en toda su vida, un poco más alto que ella, músculos perfectamente elaborados, esos tatuajes mundanos que eran absurdos pero en su brazo se veían como trazados por un ángel, cabello corto, y todo, TODO lo que ella soñaba, casi y se le va la respiración, fue la voz de Adam la que la regresó a la realidad.
— Esta chica quiere pelear contigo, Trav, es tu problema ahora.
Travis abrió un poco los ojos, pero no se veía muy sorprendido por la noticia, sino por la mujer que tenía en frente, estaba examinándola de arriba abajo, no podía creer que alguien con semejante hermosura quisiera enfrentarse a él, casi que parecía pecado imaginarse a la chica levantando un solo puño para golpear, lo que no sabía era que estaba frente a la mejor guerrera de su edad.
Para no ceder ante su belleza, y no tener problemas ya que se veía que era el tipo de mujer que no quería que la rechazaran, solo estiro la mano, tomando la de Isabelle en gesto de decencia y dijo,
— Será la única pelea del día, empezamos en cinco minutos. —se giró y dio la espalda para regresar por donde había entrado.
— Muy bien chica, espero le patees el culo a Maddog, es todo tuyo — dijo Adam señalándole un pequeño cuadrilátero. —nos vemos en cinco minutos.
Isabelle
camino hacía el cuadrilátero como toda una diosa, pero no fue hasta que entró
en el, que varios murmullos y silbidos empezaron a salir de la multitud, esperó
unos dos minutos y de inmediato salió Travis recibido por aplausos y alabanzas,
una pequeña risa salió de la boca de Isabelle, no podía creer lo que estaba a
punto de hacer, iba a pelear con un hombre que parecía modelo de Victoria’s
Secret, y lo dejaría llorando de rodillas solo para divertirse un rato.
— Pareces muy divertida justo en este momento, ¿crees que no noto en tu cara que quieres verme tendido en el piso llorando como niñita?, pues eso no va a pasar. —dijo Travis con una sonrisa burlona en su cara.
— No me digas Maddog, ¿vas a pelear con una mujer? —respondió Isabelle haciéndose pasar por inocente.
—Algo me dice que tienes más agallas que cualquiera en este lugar, y no eres de las que recibe un no por respuesta —murmuró Travis dando un paso más cerca de Isabelle.
Izzy estaba a punto de perderse en la mirada que tenia frente a ella, pero recordó todo lo que había sufrido por Simon, y no quería ser víctima de nadie nunca más…
— Me llamo Isabelle Lightwood, solo para que recuerdes mi nombre cuando patee tu culo, ahora cállate y empecemos con esto, tengo cosas que hacer.
—Wow, demasiado ardiente para mi, esto no se ve todos los días, yo me llamo Travis Maddox, pero creo que eso ya lo sabes, solo te lo digo para que recuerdes mi nombre cuando esta noche estés en tu cama adolorida, pensando en mí. — contestó Travis, acercándose cada vez más a la oreja de Isabelle.
—Eso no sonó muy bien, bastardo — dijo Isabelle sonrojándose y sonriendo.
—El rubor en tu cara dice lo contrario, vamos a ver, si yo gano esta pelea te ves obligada a pasar el resto del día con este bastardo, ¿de acuerdo? —preguntó Travis con demasiada seguridad, justo lo que Izzy buscaba.
— De acuerdo —contestó Isabelle pensando en que no es que estuviera muy ocupada de todas maneras. —Eso no va a pasar ni en tus sueños…
— Pareces muy divertida justo en este momento, ¿crees que no noto en tu cara que quieres verme tendido en el piso llorando como niñita?, pues eso no va a pasar. —dijo Travis con una sonrisa burlona en su cara.
— No me digas Maddog, ¿vas a pelear con una mujer? —respondió Isabelle haciéndose pasar por inocente.
—Algo me dice que tienes más agallas que cualquiera en este lugar, y no eres de las que recibe un no por respuesta —murmuró Travis dando un paso más cerca de Isabelle.
Izzy estaba a punto de perderse en la mirada que tenia frente a ella, pero recordó todo lo que había sufrido por Simon, y no quería ser víctima de nadie nunca más…
— Me llamo Isabelle Lightwood, solo para que recuerdes mi nombre cuando patee tu culo, ahora cállate y empecemos con esto, tengo cosas que hacer.
—Wow, demasiado ardiente para mi, esto no se ve todos los días, yo me llamo Travis Maddox, pero creo que eso ya lo sabes, solo te lo digo para que recuerdes mi nombre cuando esta noche estés en tu cama adolorida, pensando en mí. — contestó Travis, acercándose cada vez más a la oreja de Isabelle.
—Eso no sonó muy bien, bastardo — dijo Isabelle sonrojándose y sonriendo.
—El rubor en tu cara dice lo contrario, vamos a ver, si yo gano esta pelea te ves obligada a pasar el resto del día con este bastardo, ¿de acuerdo? —preguntó Travis con demasiada seguridad, justo lo que Izzy buscaba.
— De acuerdo —contestó Isabelle pensando en que no es que estuviera muy ocupada de todas maneras. —Eso no va a pasar ni en tus sueños…
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